Blog COSICAS VARIAS

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martes, 12 de junio de 2012

MARIA AMARAL

































































Su padre pastor y su madre maestra,exiliados de España, despues de muchos años de resistencia,se refugian en Argentina en 1949. El 25 de diciembre de 1950, nace Maria Amaral y en 1967, le toca a ella conocer el exilio, con toda su falmilia. Francia los recibe, y en Estrasburgo primero, luego en Paris, en la Escuela de Bellas Artes, ella obtiene el Diploma Superior de Artes plasticas donde se afirma su destino de artista. El expresionismo aleman, Munch, Van Gohg, el periodo azul de Picasso y sobre todo Kâte Kollwitz, asi como los grandes pintores latinoamericanos, Guayasamin, Siqueiros, Rivera, Carpani y Lam, fueron sus primeras fuentes de inspiracion en cuanto a la técnica y al modo de expresion. Alejandose de los movimientos estéticos de los años 70 para acercarse a la realidad insoportable que viven los seres humanos, Maria Amaral se dedica a describir el alma latinoamericana: sus raices, sus mestisages y sus sufrimientos.

Al principio estaban lo negro y lo blanco, atados por un soplo invisible que llamamos el trazo. Y es con el trazo de un duro carbon que Maria Amaral se expresa durante mas de veinte años. El dibujo, el grabado, la litografia, el afiche y el poster, fueron los instrumentos que ella domino rapidamente,para que mas alla de la denuncia, se proclamen, la presencia de un ser, demasiadas veces humillado, asi como la prueba de un exilio sin resignacion.

Después de haber visto sus dibujos, nos quedamos abatidos, como de un exilio de donde no se vuelve. Pero, mas alla del aspecto maniqueo de su expresion: el blanco y el negro, la luz y la sombra, la vida y la muerte, el dolor, aqui transfigurado, nos alcanza; no por su crueldad, sino por su pudor, por su silencio y por su exactitud que transforman la perturbacion, el desconcierto de los primeros momentos en tranquilidad, en serenidad . Nos sentimos reconfortados porque no se trata de un sufrimiento aislado, de una crueldad lejana, sino que esas miradas, esas manos, esos rostros, esas arrugas son nuestros, nos reconocemos en ellos y de esta identificacion nace la grandeza de la obra pictural de Maria Amaral

Un deslumbramiento, un rayo de luz aparece en los años 80: el color estalla entre lo negro y lo blanco. Quizas el amor, la boda y la maternidad sean la causa o la razon de este cambio.

Habra bodegones, encuentros entre Europa y América Latina, tangos, corridas cuerpos enamorados y muchos retratos. Maria pinta como ama, con generosidad y confianza: todo sufrimiento tiene que encontrar un consuelo, cueste lo que cueste. Ella busca hasta encontrarlo, sin artificios, utilizando todas las técnicas picturales, pero siempre como un medio y jamas como un meta en si: un cardo sufre de las quemaduras del verano, y Maria lo dibuja para darle vida antes de que se muera. En un campo de girasoles, si uno de ellos vacila, se tuerce y va a caerse antes de la cosecha, es de él que ella va a recoger sus ultimos brillos, su ultimo soplo de esplendor.

Con la corrida, mas allá del horror, ella une la bestia y el hombre para confundirlos en un mismo deslumbramiento, para unirlos en un mismo miedo y asi hacerlos girar y bailar juntos, enlazados, antes del golpe final. Es al hombre a quien ella quier ver, justo antes del crimen, cuando aun los posibles surgen de sus flaquezas y de sus misterios. Con Maria Amaral, la corrida se ajusticia a ella misma, ya no quedan ni el toro ni el torero, ya no existen ni la plaza ni el sol. Solo los latidos del corazon ritman los colores, los estremecimientos acompasan el trazo y el instante imortal del abrazo, del encuentro se cuaja, se inmobilza sobre el lienzo. No se trata de comprender, de creer o de saber, se trata de una revelacion: el velo se ha levantado y el viento, asi como el tiempo, se detuvieron. El sol se ahogó en los ojos y hasta el soplo se petrificó; la vida esta ahi, nuestra vida, que baila y arde ante nuestros ojos, sobre el lienzo, espejo de nuestra alma, ´´Eso es arte!´´

Con el tango, Maria se burla de los topicos de la nostalgia y de la desgracia que estorban este baile y esta cultura. Su tango es luminoso, sensual y divertido. Donde nos acostumbramos a ver lo negro, las lamentaciones y las desesperanzas, ella lo pinta de azul, con pechos a punto de morderte, con nalgas generosas, mezcla de carne y de alegria. El tango de Maria Amaral es autentico porque nos toca, sin ser amanerado. El gira, da la vuelta , se enreda y se enmarana para volverse " gotan " y asi poder tocar y unirse, como las manos de ese bandoneon desarticulado, sin resuello, que se juntan y se abrazan sobre los cuerpos que se aman.

Aqui, la generosidad, la ternura y el cariño de Maria Amaral no tienen limites. Un cuerpo, deja de ser un solo cuerpo y se vuelve varios, se abre, invade el lienzo, el dibujo, el espacio. Ella quiere tanto ese cuerpo humano que lo multiplica, lo mezcla, lo amasa lo despliega para que podamos admirar todos sus recovecos y todos sus destellos. Dos cuerpos que se abrazan son un ramo de caricias, una ola de ternura. El tiempo se esfuma cuando nace el amor.

La verdad surge de la emocion y es en ella que se encarna. En los retratos, esos rostros marcados por el tiempo, esculpidos mas allá del sufrimiento, son los de nuestra humanidad humillada, desvastada pero al mismo tiempo iluminada, resistente y generosa. Maria Amaral no hace un retrato sino que recoge un rostro y le da asilio, lo abarca y lo honora..

Con frecuencia Maria ne separa las manos de un rostro, porque con ella, las manos tienen rostro.Con ellas, Maria manifiesta que los seres humanos son lo que ellos hacen y que las manos son los testigos del alma. Sin rodeos, con precision y minucia su trazo restituye a cada ser su presencia real, como un homage que ella ofrece a su humanidad y no a su identidad. Su trabajo consiste en arrebatar a la muerte y al olvido una mirada para que sirva de espejo a los seres vivos, y es bello de ver.

Con los cuerpos y los rostros, con este amor que se revela y que confia, el exilio del ser se acaba porque Maria Amaral le vuelve a dar un sentido: una nueva vida.